9° - III PERIODO

LINK DE ACTIVIDAD DIDÁCTICA https://wordwall.net/es/resource/3166801/historia-de-la-salvaci%C3%B3n


GRADO NOVENO 

- ACTIVIDADES # 1 Y 2

TEMA: JESÚS FUNDAMENTO DE LA MORAL CRISTIANA

La Moral es la ciencia teológica, o parte de la Teología, que estudia la bondad o malicia de los actos y actitudes humanos a la luz de la fe. La moral cristiana se fundamenta justamente en Jesucristo, en su persona, sus enseñanzas y su mensaje. Entonces podemos decir que tiene fundamento Divino, en lo que Dios hecho carne nos enseñó a ver. ¿Pero que nos enseñó ?, que nos pidió?, ¿que hizo durante su vida?, ¿cómo era su actuar?... Todo esto se encuentra en la fuente principal del "saber cristiano": la Biblia

La moral cristiana nace y se nutre de la fe en Jesús de Nazaret confesado como Cristo y aceptado como la norma incondicional de la practica cristiana. Las expresiones de ese peculiar aliento ético son múltiples y variadas. Hay que notar que la "moral cristiana", si bien es casi la misma para todos, variará de acuerdo a las diversas interpretaciones de la biblia que haga cada rama cristiana. Todo lo que sea cristiano siempre tiene a Cristo como centro y fundamento, y en él a Dios.



Jesús, fundamento de la moral cristiana

por Braulio Vásquez Morales SJ

A partir de mi colaboración en la organización VIHas de Vida, he estado envuelto en experiencias de personas que giran en torno a la sexualidad humana, derechos sexuales y reproductivos y justicia social. Muchas conversaciones con estas personas que viven con el VIH, buscando cómo vivir una sexualidad sana y plena, las descubro en resonancia con las discusiones en el ámbito de la moral cristiana, muchas veces en los límites de esta. Mi colaboración en VIHas de Vida ha sido un diálogo constante en los límites de la moral cristiana y sus fundamentos frente a otras posturas y maneras de concebir y realizar la vida humana.

3555162698_5676ece21c_oPor ello, el interés de compartir este escrito surge del deseo de recuperar los fundamentos de la moral cristiana más importantes para dialogar con otras reflexiones éticas sobre moral. La intención de la exposición de estos fundamentos no es para defender o demostrar la validez o invalidez de la moral cristiana sino para tener claro el lugar desde el cual se podría hacer un diálogo frente a temas que parecen situarse en su frontera como la sexualidad, el cuerpo, el placer o el aborto, que tocan, en el fondo, diversas dimensiones de realización de la persona.

La Doctrina de la Iglesia Católica, en su Capítulo sobre la dignidad humana menciona, “la moralidad de las pasiones”, “la libertad del hombre” y “vocación a la bienaventuranza”, todo esto inscrito en el fundamento de la moral cristiana que es Jesús, es la consideración previa de esta exposición.

La moral cristiana tiene un fundamento antropológico, necesario para decir quién es el sujeto moral. El sujeto moral es fundamentalmente conciencia racional. Concepción heredada de la tradición moderna, que la iglesia católica reconoce como la manera propia de realizar la vocación. Esta capacidad no está en contra de los deseos de Dios, puesto que cada persona puede reconocer por sí misma esos deseos, porque Dios ha querido revelarse en nuestra vida. La realización personal de Jesús es manifestación de la búsqueda personal de la plenitud, que Dios nos comunica como diálogo, por el don de su espíritu.

A partir de ello, el hombre se distingue como imagen de Dios. En la tradición bíblica se establece la “dignidad del hombre” como imagen y semejanza de Dios, pero ésta es limitada. En cuanto esa dignidad se ordena en Dios, en lo bueno. De ahí que el hombre esté en comunicación con Dios como relación interpersonal en diálogo. Es como la conciencia será el lugar de comunicación interpersonal con Dios respecto a lo que es bueno para el hombre o mujer, particular y socialmente, procurando lo que siempre es bueno para determinada persona.

7996768214_708a3d5bb6_bLa dignidad del ser humano también entiende que a la persona le ha sido dada inteligencia y voluntad para alcanzar aquello que le baste como su felicidad. El Catecismo de la Iglesia Católica va a definir esto como que la persona “ha sido dotada de alma espiritual e inmortal” (CIC, 1699), pero esto requiere un matiz, ya que no es mero platonismo como cualidad del alma, sino la certeza de que nuestro espíritu y alma son como los de Jesús, inmortales por su resurrección, que se encarna en nuestra inteligencia y voluntad libre. La persona siempre se conduce en el desarrollo a realizar su persona con inteligencia y libertad. Pero la libertad no es mera indeterminación sino fin último en la libertad de Jesús. Nuestra libertad se va constituyendo en nosotros por la comunicación que tenemos con él.

Sin embargo, la “libertad del hombre” es algo dado que le permite ejecutar o no determinados actos. El Catecismo de la Iglesia Católica reconoce que “la libertad es la característica de los actos propiamente humanos” (CIC, 1730) que hacen referencia a Jesús, verdadero hombre y donde se muestra verdadera humanidad. Sin embargo, la libertad de hombre y mujer supone una reflexión para deliberar sus actos como posibilidad de elegir entre un bien o un mal, pero lo bueno y lo malo no son parámetros de valor, sólo se reconoce lo bueno y lo malo en la vida de Jesús, porque en sus actos se realiza lo bueno y en la aniquilación de estos lo malo, en la aniquilación de los actos de Jesús se intenta frustrar la Buena Noticia. En libertad reflexionamos las posibilidades de donación y vida plena que vemos en Jesús. La reflexión moral de los actos libres debe tomar en cuenta estas cuestiones: el objeto elegido, la intención, las circunstancias y las consecuencias (CIC, 1749). Estas cuestiones se reflexionan como conversación entre Jesús y yo, por ello en nuestra oración preguntamos: ¿qué has elegido tú? ¿cuál ha sido tu intención? ¿frente a qué circunstancia? ¿cuál es la consecuencia? Para buscar las posibilidades de realización de Jesús en las nuestras, dentro de nuestras experiencias reales. De la libertad de los actos humanos se sigue la responsabilidad de ejecutarlos, que si bien, Jesús ha mostrado en mí internamente su propuesta de una vida plena, me toca responder o no responder en este sentido (lo que constituye el pecado), ya que la libertad moral es la posibilidad de que las personas se vayan realizando.

Respecto a las pasiones se dice que aquellas son morales porque inclinan a obrar o no obrar, según lo que percibe como bueno o malo. En cuanto a si son estas buenas o malas, sólo pueden reconocerse en la acción, “son buenas, cuando contribuyen a una acción buena; son malas, en caso contrario” (CIC, 1767). Cristológicamente, bueno es aquello que Jesús ha realizado como plenitud de nuestra vida.

Todo lo expuesto ayudará a concebir mejor la conciencia moral que se define en el Catecismo de la Iglesia Católica, formulada así:

La conciencia moral, presente en lo íntimo de la persona, es un juicio de la razón, que en el momento oportuno, impulsa al hombre a hacer el bien y a evitar el mal. Gracias a ella, la persona humana percibe la cualidad moral de un acto a realizar o ya realizado, permitiéndole asumir la responsabilidad del mismo. Cuando escucha la conciencia moral, el hombre prudente puede sentir la voz de Dios que le habla” (CIC, 1776). Siendo el verbo o la palabra de Dios hecha carne en Jesús.

Por otro lado, la doctrina del Vaticano II hace explícito el derecho a la búsqueda de la verdad de las personas. La verdad encontrada apela a la conciencia de las personas a adherirse a ella, lo cual constituye la fidelidad de la conciencia a sí misma. Algunos teólogos han interpretado que la conciencia es la norma subjetiva de la moralidad en la persona que Dios hace presente por su voluntad, no como mandato sino como comunicación que consiste en nuestra relación con Jesús, para la deliberación de actos vivos en situaciones concretas. Joseph Ratzinger expresó que la concepción de la “conciencia como instancia última es recogida por algunos autores en la fórmula “La conciencia es inefable””1. Sin embargo, aunque, Ratzinger advierte del posible subjetivismo que se puede dar si se interpreta literalmente este principio2, la conciencia constitutivamente dialógica y abierta al diálogo mostraría que la conciencia dicta aquella verdad que descubro en el diálogo con Jesús y con otras personas.

Dicho lo anterior, hay que recordar que la conciencia moral está orientada a la realización de la persona en intimidad con Dios, es decir, orientada por lo bueno que traspasa todas sus dimensiones de su vida cotidiana. Pues aquello que es bueno llama a la realización de la persona, atestiguado por Jesús. El problema que ha señalado Ratzinger es la multiplicidad de lo que podría ser bueno en la subjetividad de cada persona. Lo cual, plantea el problema de saber encontrar aquello que es bueno para todos o para una comunidad, en tanto que sea perdurable y no momentáneo, particular y general. Y es el núcleo de tantas interpretaciones de lo que es realmente la vida humana verdadera y buena.

Para finalizar, lo que he intentado exponer no es mera reiteración de principios doctrinales, sino continuar con una reflexión sobre aquello que supone reconocer lo que es bueno, y de consistencia a una concepción de una sexualidad personal que se inscriba dentro de la dignidad humana y la oriente a vivirse plenamente, que deje atrás el temor a fallar, la culpa, y el rechazo social, para disfrutar del regalo de la vida como gozo. Entonces, sería una obligación preguntarnos por el placer de Cristo, por su manera de vivir la sexualidad, como donación y no como posesividad, encontrando en nuestra donación el placer de realización personal. Además, frente a lo que se ha expuesto en este breve texto, me permito señalar que esta reflexión puede profundizarse y deja pendiente un asunto que puede retomarse más adelante como: el placer en la dignidad humana.

1 Reyes V. Pedro, “Ius Canonicum – Derecho canónico – El derecho a la libertad religiosa”, en Ius Canonicum, 22 de noviembre de 2015, consultado en: http://www.iuscanonicum.org/index.php/derecho-eclesiastico/el-Reyes derecho-a-la-libertad-religiosa/456-la-declaracion-dignitatis-humanae-ante-la-doctrina-tradicional-de-la-iglesia.html#_ftn22

2 Ratzinger Joseph, Verdad, valores, poder, Madrid, 2005, p.44.

CIC: Catecismo de la Iglesia Católica, Conferencia del Episcopado Mexicano.

PRIMERA ACTIVIDAD 

RESPONDE LOS SIGUIENTES PUNTOS

1. Según lo leído; la moral cristiana en quién se fundamenta y por qué.  Explica

2. ¿por qué el autor del texto incluye la sexualidad dentro de su artículo? Argumenta

3. ¿Cómo entiendes el concepto de la libertad según lo leído?

4. Escribe la conclusión del segundo vídeo


SEGUNDO TEMA: 

LOS VALORES FUNDAMENTALES DE LA MORAL CRISTIANA

 ¿Cuáles valores morales están asociados al cristianismo?

Escrito por: Brian Gabriel

Actualizado en: noviembre 20, 2017

Los valores morales sirven como estándares de lo correcto e incorrecto para las personas, orientando sus decisiones y acciones. Los valores morales también determinan lo que la gente valora y cómo lo expresan en sus vidas. Las personas aprenden los valores morales de las religiones, gobiernos, otras personas o incluso de ellos mismos. El cristianismo es la fuente de los valores morales para muchas personas, y construyó muchos de los valores morales fundamentales de la civilización occidental. Los cristianos se esfuerzan por comportarse de la manera correcta porque aman a Dios y quieren honrarlo.

Perdón: Se espera que los cristianos perdonen a otras personas cuando se vean perjudicados por las mismas. El valor del perdón cristiano es especial, ya que se extiende incluso a los peores delincuentes, que son los más difíciles de perdonar. La razón por la que se espera que los cristianos perdonen a los demás es porque Dios los ha perdonado primero, por delitos que tienen consecuencias eternas mayores que las ofensas realizadas entre seres humanos.

Humildad: La virtud de la humildad puede adoptar muchas formas diferentes, desde la simple modestia hasta el extremo de carecer totalmente de ego. La humildad cristiana comienza con la comprensión de que los seres humanos son corolarios insignificantes de Dios, quien los ha creado. Por lo tanto, los seres humanos pueden cometer errores y a veces necesitan corrección. El valor de la humildad prepara a los cristianos a aceptar la crítica y aprender de ella. La Enciclopedia Católica define la "humildad" como una cualidad por la cual una persona reconoce sus propios defectos y voluntariamente se somete a Dios y sus mandamientos. La humildad desplaza a la gente del enfoque natural del ser humano en el ego hacia un enfoque en el servicio a Dios y el amor por la gente.

Individualismo: El individualismo es un valor apreciado por muchos grupos en el mundo moderno, algunos de los cuales no son religiosos. El cristianismo promueve la idea del valor absoluto de cada individuo, basado en la creación especial de cada persona por Dios. Esto es muy diferente de un valor relativo de los individuos, que compara las personas con los animales o con otras personas para establecer el valor. La parábola de la oveja perdida de Jesús es un ejemplo de la preocupación de Cristo por el individuo. En esta parábola, el buen pastor está dispuesto a arriesgar las otras 99 ovejas para buscar la que se perdió. El autor cristiano Philip Yancey sugiere que el valor moral cristiano de la dignidad de la persona ha sido esencial para el establecimiento de los derechos individuales.

La inclusividad: El cristianismo se basa en parte en las leyes del Antiguo Testamento desde el judaísmo antiguo. Estas leyes hicieron hincapié en la santidad de Dios y mostró cómo los seres humanos deben actuar para ser respetuosos con Dios y su santidad. De acuerdo con Yancey, Jesús cambió el énfasis de la exclusividad de la santidad de Dios a la inclusión de la misericordia de Dios. Yancey señaló que las acciones de Jesús amenazaron al sistema de castas religiosas judías haciendo cosas como tocar leprosos y comer con las personas impuras. El mensaje de Jesús era que todas las personas son amadas por Dios, independientemente de sus antecedentes personales o culturales.

La generosidad: La generosidad es una virtud en muchas tradiciones diferentes, en cada una por razones diferentes. El valor de la generosidad cristiana se manifiesta en el deseo de bendecir a los demás debido a una profunda satisfacción en Dios. El teólogo John Piper, un autodenominado "hedonista cristiano", dice que los cristianos desean ser "conductores de la gracia de Dios hacia los demás". Los cristianos quieren ser generosos dando dinero a los pobres, pero también generosos al compartir con los demás su satisfacción en Jesús. Proclamar el valor de Jesús, o la evangelización, es considerada por los cristianos como la generosidad de mayores consecuencias a causa de sus efectos eternos.



5 VALORES BÁSICOS PARA LA VIDA CRISTIANA

 

Toda persona tiene valores por los que vive su vida. Algunos pueden ser de Dios, otros no. Aquí hay cinco valores que cada cristiano necesita conocer.

Toda persona tiene valores por los que se rige y vive. Tal vez tú valoras la familia, la seguridad, la honestidad, o el humor. Esos son valores muy buenos. La Biblia mantiene un número de diferentes valores que debemos tener como cristianos. Aquí hay cinco valores que cada cristiano necesita saber.

 

Valor #1 – Personas

Las personas son importantes para Dios. Él los creó, y los ama. La gente es importante para los cristianos también. Toda persona es valiosa, porque cada persona está hecha a imagen de Dios.

Génesis 1:27 Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó.

 

Al leer el relato de la creación en el Génesis, se encuentra que hay algo único acerca de las personas. La gente tiene una conexión especial con Dios. Tenemos la capacidad para reflejar a Dios más que los animales, plantas o cualquier otra cosa. Esto es lo que significa ser hecho a imagen de Dios. Como resultado, las personas son valiosas. Tú debe amar a la gente más de lo que amas tus cosas o tu propia comodidad. De hecho, este versículo nos enseña que debemos amar a todos, sin importar quiénes son.

 

 

 

 

Valor #2 – Verdad

Creemos en Dios y la Biblia porque es verdad. El cristianismo no es una fábula. No es un cuento de hadas que deseamos que fuera cierto. Las cosas en la Biblia realmente ocurrieron en la historia.

1 corintios 15:3-5 Yo les transmití a ustedes lo más importante y lo que se me había transmitido a mí también. Cristo murió por nuestros pecados tal como dicen las Escrituras. Fue enterrado y al tercer día fue levantado de los muertos, tal como dicen las Escrituras. Lo vio Pedro y luego lo vieron los Doce.

Este es un pasaje fascinante. La historia principal en el cristianismo, la muerte y resurrección de Jesús, está anclada en la historia. Jesús realmente murió en la cruz y resucitó de entre los muertos. Después de esto, se apareció a todo un grupo de personas diferentes. Esta es una historia verdadera de la historia. Y no sólo es esta historia verdadera, pero toda la Biblia es verdadera porque viene de Dios. Como resultado de ello, valoramos lo que es verdadero.

 

 

Valor #3 – Autenticidad

Los cristianos no tienen que pretender ser perfectos. Hemos sido salvados por la gracia. La salvación no se basa en todo lo que hacemos. Por lo tanto, podemos ser auténticos con nuestras victorias y nuestros fracasos.

1 Samuel 16:7 Pero el Señor le dijo a Samuel: —No juzgues por su apariencia o por su estatura, porque yo lo he rechazado. Él Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón.

Dios no se emociona por cómo nos vemos en el exterior. Él no se emociona por nuestras palabras hacia los demás, o por apantallar espiritualidad. Dios se preocupa por nuestros corazones. Por lo tanto, se honesto en tus relaciones. No lo hagas finjas hasta que conseguir serlo. Sea abierto con la gente acerca de tus luchas y tus éxitos

 

 

Valor # 4 – Liderazgo

Jesús fue máximo ejemplo de un líder. Y levantó a sus discípulos para ser líderes. Y Dios todavía está levantando a la gente a ser líderes. Los líderes son cruciales para el crecimiento del reino de Dios, para la construcción de iglesias saludables, y para alcanzar a la próxima generación con el amor de Dios.

Hebreos 13:17  Obedezcan a sus líderes espirituales y hagan lo que ellos dicen. Su tarea es cuidar el alma de ustedes y tienen que rendir cuentas a Dios. Denles motivos para que la hagan con alegría y no con dolor. Esto último ciertamente no los beneficiará a ustedes.

Todo cristiano tiene la responsabilidad de seguir a sus líderes. Dios pone líderes en tu vida por una razón. Él usará a tus líderes para ayudarte a crecer y equiparte para el ministerio. Los líderes no deben dominarte, pero servirte. Incluso si eres un líder, Dios te llama a seguir a tus líderes.

 

 

Valor # 5 – La toma de riesgos

Los cristianos hablan mucho acerca de la fe. Debemos tener fe para venir a Jesús, pero también hay que tener fe a medida que continuamos viviendo para Dios.

Mateo 19:26 Jesús los miró y les dijo: —Humanamente hablando es imposible, pero para Dios todo es posible.

El contexto de este versículo es la fe salvadora, pero que nos enseña un principio más amplio. Con Dios todo es posible. Así, tomamos grandes riesgos creyendo que Dios no nos fallará. Confiamos en Dios para que nos ayude a realizar cosas grandes: darles mentoría a otros, traer a otra persona a la fe, empezar un grupo familiar, y muchos otros actos de fe que estamos llamados a hacer.



ACTIVIDAD # 2

 

1.    ¿Cuáles son algunos de tus valores más importantes? ¿Cuáles eran algunos valores que tu familia tenían cuando eras pequeño?

2.    Lee Génesis 1: 27 . Da una lista de algunos ejemplos de la Biblia y de tu vida que demuestran cómo Dios valora a las personas.

3.    ¿Por qué es la autenticidad importante en tu relación con Dios y otros? ¿Alguna vez has sido parte de una iglesia o religión donde la gente no era auténtica? ¿Cómo te sentiste con esta experiencia?

4.    ¿Alguna vez has tomado algún riesgo para Dios? Explica lo que pasó.  ¿Por qué crees que Dios quiere que tomemos riesgos?

5.    Cuál es el mensaje de las siguientes citas bíblicas: Efesios. 4,25 -27 Mateo 5,7 - 13 Juan 14,16 -20


 

LECTIO DIVINA DE AGOSTO Y SEPTIEMBRE

(Hacer lectura de cada texto bíblico y responder las preguntas en cada cita bíblica)

·       ¿Qué dice el texto?

·       ¿Qué me dice el texto?

·       ¿A qué me invita el texto?

 Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,13-21)

Lectura del santo evangelio según san Mateo (18,15-20):



GRADO NOVENO - ACTIVIDADES # 3 Y 4


TEMA: EL CRECIMIENTO MORAL EN LA IGLESIA Y EL COMPROMISO MORAL DEL CRISTIANO.

El centro del mensaje cristiano, tal como lo enseñó Jesucristo es el amor a Dios y al prójimo (Mateo 22, 34–40). Si se opta por este principio la vida humana se verá influenciada por él, se irán concretando nuevos comportamientos, configurando al Hombre Nuevo que vive según Dios, que imita a Jesucristo.

En ocasiones puede parecer muy difícil encarnar este Hombre Nuevo, parecería que es una tarea imposible, pero el hombre no está solo para la realización de este proyecto, cuenta con Dios que actúa desde dentro de cada bautizado, además del apoyo que la Iglesia le brinda a través de la oración, de sus enseñanzas y los sacramentos.

 

Moral de la Caridad: El cristianismo es comparado con otras religiones o con ideologías o con doctrinas filosófico-teológicas. En realidad, el cristianismo no es nada de eso, no es creación de la mente humana. “El cristianismo es una auténtica revelación de Dios que se hace al hombre por amor al hombre para abrirle el camino a la vida eterna y mostrarle un ejemplo de conducta”.

El cristianismo es la respuesta del hombre a la llamada de amor de Cristo. Esta respuesta del hombre es una respuesta de amor real, eficaz, concretado en un respeto y veneración a toda la herencia que Cristo nos ha dejado.


Este amor no es algo externo, sino que nace del corazón, del interior del hombre y se manifiesta en sus obras. El cristianismo es la religión del amor, del seguimiento de Cristo. Y este amor exige radicalidad, no se puede ser mediocre: o se ama a Dios y al prójimo o se ama al yo, a sí mismo.

Al final de la vida seremos examinados en el amor y sólo contará lo que hayamos hecho por Dios y los demás.

 

PALABRA DE DIOS Y COMPROMISO EN EL MUNDO

Servir a Jesús en sus “humildes hermanos” (Mt 25, 40)

La Palabra divina ilumina la existencia humana y mueve a la conciencia a revisar en profundidad la propia vida, pues toda la historia de la humanidad está bajo el juicio de Dios: “Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones” (Mt 25, 31-32). En nuestro tiempo, con frecuencia nos detenemos superficialmente ante el valor del instante que pasa, como si fuera irrelevante para el futuro. Por el contrario, el Evangelio nos recuerda que cada momento de nuestra existencia es importante y debe ser vivido intensamente, sabiendo que todos han de rendir cuentas de su propia vida. En el capítulo veinticinco del Evangelio de Mateo, el Hijo del hombre considera que todo lo que hacemos o dejamos de hacer a uno sólo de sus “humildes hermanos” (25, 41.45), se lo hacemos o dejamos de hacérselo a Él: “Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme” (25, 35-36). Así pues, la misma Palabra de Dios reclama la necesidad de nuestro compromiso en el mundo y de nuestra responsabilidad ante Cristo, Señor de la Historia. Al anunciar el Evangelio, démonos ánimo mutuamente para hacer el bien y comprometernos por la justicia, la reconciliación y la paz.

 

La Iglesia nos ha dado un listado bastante completo, basado en este texto bíblico, que nos sirve de guía en nuestro amor al prójimo. ¿Lo conocen?


Son las llamadas Obras de Misericordia: Corporales y Espirituales.



Veamos primero qué significa misericordia ...

Miser= miseria. Cordia=corazón.
Misericordia significa sentir con el otro sus miserias y necesidades, y –como consecuencia de esa compasión (sentir con) – ayudarlo, auxiliarlo.

¿Cuántas y cuáles son las Obras de Misericordia?

En total son 14: 7 Corporales y 7 Espirituales.

OBRAS CORPORALES DE MISERICORDIA
1. Dar de comer al hambriento
2. Dar de beber al sediento
3. Dar posada al necesitado
4. Vestir al desnudo
5. Visitar al enfermo
6. Socorrer a los presos
7. Enterrar a los muertos



OBRAS ESPIRITUALES DE MISERICORDIA

1. Enseñar al que no sabe
2. Dar buen consejo al que lo necesita
3. Corregir al que está en error
4. Perdonar las injurias
5. Consolar al triste
6. Sufrir con paciencia los defectos
de los demás
7. Rogar a Dios por vivos y difuntos


Las Obras de Misericordia Corporales, en su mayoría salen de una lista hecha por el Señor en su descripción del Juicio Final.

Palabra de Dios y compromiso por la justicia en la sociedad

La Palabra de Dios impulsa al hombre a entablar relaciones animadas por la rectitud y la justicia; da fe del valor precioso ante Dios de todos los esfuerzos del hombre por construir un mundo más justo y más habitable. La misma Palabra de Dios denuncia sin ambigüedades las injusticias y promueve la solidaridad y la igualdad. Por eso, a la luz de las palabras del Señor, reconocemos los “signos de los tiempos” que hay en la historia y no rehuimos el compromiso en favor de los que sufren y son víctimas del egoísmo. El Sínodo ha recordado que el compromiso por la justicia y la transformación del mundo forma parte de la evangelización.

Como dijo el Papa Pablo VI, se trata “de alcanzar y transformar con la fuerza del Evangelio los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad, que están en contraste con la Palabra de Dios y con el designio de salvación”.

Además, deseo llamar la atención de todos sobre la importancia de defender y promover los derechos humanos de cada persona, fundados en la ley natural inscrita en el corazón del hombre y que, como tales, son “universales, inviolables, inalienables”. La Iglesia espera que, mediante la afirmación de estos derechos, se reconozca más eficazmente y se promueva universalmente la dignidad humana, como característica impresa por Dios Creador en su criatura, asumida y redimida por Jesucristo por su encarnación, muerte y resurrección. Por eso, la difusión de la Palabra de Dios refuerza la afirmación y el respeto de estos derechos.

 

La Palabra de Dios y la caridad efectiva

El compromiso por la justicia, la reconciliación y la paz tiene su última raíz y su cumplimiento en el amor que Cristo nos ha revelado. Al escuchar los testimonios aportados en el Sínodo, hemos prestado más atención a la relación que hay entre la escucha amorosa de la Palabra de Dios y el servicio desinteresado a los hermanos; todos los creyentes han de comprender “la necesidad de traducir en gestos de amor la Palabra escuchada, porque sólo así se vuelve creíble el anuncio del Evangelio, a pesar de las fragilidades humanas que marcan a las personas”. Jesús pasó por este mundo haciendo el bien (cf. Hch 10, 38). Escuchando con disponibilidad la Palabra de Dios en la Iglesia, se despierta “la caridad y la justicia para todos, sobre todo para los pobres”. Nunca se ha de olvidar que “el amor —caritas— siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa... Quien intenta desentenderse del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre”. Exhorto, por tanto, a todos los fieles a meditar con frecuencia el himno a la caridad escrito por el Apóstol Pablo, y a dejarse inspirar por él: “el amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no presume ni se engríe; no es mal educado, ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca” (1 Co 13, 4-8).

Por tanto, el amor al prójimo, enraizado en el amor de Dios, nos debe tener constantemente comprometidos, personalmente y como comunidad eclesial, local y universal. Dice san Agustín: “La plenitud de la Ley y de todas las divinas Escrituras es el amor... El que cree, pues, haber entendido las Escrituras, o alguna parte de ellas, y con esta comprensión no edifica este doble amor de Dios y del prójimo, aún no las entendió”.

Anuncio de la Palabra de Dios y los jóvenes

El Sínodo ha prestado una atención particular al anuncio de la Palabra divina a las nuevas generaciones. Los jóvenes son ya desde ahora miembros activos de la Iglesia y representan su futuro. En ellos encontramos a menudo una apertura espontánea a la escucha de la Palabra de Dios y un deseo sincero de conocer a Jesús. En efecto, en la edad de la juventud, surgen de modo incontenible y sincero preguntas sobre el sentido de la propia vida y sobre qué dirección dar a la propia existencia. A estos interrogantes, sólo Dios sabe dar una respuesta verdadera. Esta atención al mundo juvenil implica la valentía de un anuncio claro; hemos de ayudar a los jóvenes a que adquieran confianza y familiaridad con la Sagrada Escritura, para que sea como una brújula que indica la vía a seguir. Para ello, necesitan testigos y maestros, que caminen con ellos y los lleven a amar y a comunicar a su vez el Evangelio, especialmente a sus coetáneos, convirtiéndose ellos mismos en auténticos y creíbles anunciadores.

Es preciso que se presente la divina Palabra también con sus implicaciones vocacionales, para ayudar y orientar así a los jóvenes en sus opciones de vida, incluida la de una consagración total. Auténticas vocaciones a la vida consagrada y al sacerdocio encuentran terreno propicio en el contacto fiel con la Palabra de Dios. Repito también hoy la invitación que hice al comienzo de mi pontificado de abrir las puertas a Cristo: “Quien deja entrar a Cristo no pierde nada, nada —absolutamente nada— de lo que hace la vida libre, bella y grande. ¡No! Sólo con esta amistad se abren las puertas de la vida. Sólo con esta amistad se abren realmente las grandes potencialidades de la condición humana... Queridos jóvenes: ¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo, y encontraréis la verdadera vida”.


ACTIVIDAD # 3 Y4

1.  Realiza un pequeño resumen con tus palabras sobre lo que entiendes del tema

2.  Responde:

a)   ¿Por qué Jesús es fundamento de la moral cristiana?

b)    ¿Qué entiendes por moral de la caridad?

c)   ¿De qué manera sirves a Jesús?

3.   Realiza una sopa de letras con los verbos que encuentra en las obras de misericordia

4. Escribe de que manera está viviendo las obras de misericordia y cita ejemplos 

5. De que forma piensas que tu familia hace visible las obras de misericordia. 

 

 

LECTIO DIVINA DE OCTUBRE 

(Hacer lectura del texto bíblico y responder las preguntas)

·        ¿Qué dice el texto?

·        ¿Qué me dice el texto?

·        ¿A qué me invita el texto?

v Lectura del santo evangelio según san Mateo (21,33-43):


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